Me llamo Libertad Zanón y te voy a contar Sobre mí. Como mi nombre indica, tengo deseos de Libertad. Libertad de expresión, de vivir, de mostrar, de cómo recibir y cómo dar. Y es con mi trabajo, la fotografía, que a su vez es mi modo de expresión, como creo recuerdos mágicos llenos de libertad para los demás.
Comencé a entrar a formar parte de la fotografía cuando tenía 14 años, a la llegada al instituto, donde ya tenía claro que quería aprender a usar la cámara manual Zenit, que mi madre me regaló. Fue un año de un gran cambio para mí.
Cambié la danza por otro arte, la fotografía. Dónde encontré una manera más fácil de expresarme y de sentir las emociones.
Fueron pasando los años, y fui afianzando más esta afición, cuando llegó el momento tenía claro a que me iba a dedicar. Libertad Zanón quería estudiar fotografía y así lo hice, cursé Imagen y Sonido, a la vez que aprovechaba todas las oportunidades que me surgían para aprender más y más. Aprendiendo con grandes profesionales como Paco Alberola, quien me mostró el mundo de la publicidad, a través de él conocí la fotografía profesional.
Son ya más de 18 años de dedicación, siendo la mayoría de ellos en la fotografía de publicidad e industrial, pero fue hace 7 años, cuando decidí abrir las puertas de mi propio estudio, bajo el nombre de Libertad Zanón Fotógrafa y justo ahora, he dado un paso más, abriendo las puertas de un nuevo estudio, en el barrio del Raval en Catarroja, bajo el encanto y la mágia de una casa antigua y de la mano de Aliques, diseño gráfico, web y comunicación.
Mis fotografías reflejan el amor por mi profesión, así como la calidez y cercanía de mi carácter, que unido al respeto por cada persona consigo captar en cada reportaje o evento, la esencia de lo que pasa por mi objetivo. Imágenes sencillas, vivas y naturales.
La fotografía es la manera más visual de contar historias, de revivir momentos pasados, y sólo podemos conseguirlo sí se hace con el corazón, para dejar ser a cada uno tal como es, retratándolo desde el corazón.
Tengo un reto, conseguir que los que odian y detestan hacerse fotos, decidan dejar que yo les acompañe, haciendo lo que mejor se hacer: fotografiar su momento especial y además que consigan tener una experiencia, al menos tranquila y bonita, y que incluso sea el enganche para volver pronto a hacerse más fotos.
